Monte Saint Michel
Es uno de los reclamos turíscos más importantes e interesantes de Francia (junto a París, claro). El Monte Saint Michel (Mont Saint Michel) es una pequeña isla, un peñasco que contiene una pequeña ciudad amurallada y una Abadía gótica en su parte superior, destino de viajeros de todo el mundo y peregrinos franceses, ya que es uno de los tres lugares más importantes de peregrinación en Francia.
Situado en una bahía, en la desembocadura del Couesnon, en plena Normandía, el Monte Saint Michel es uno de los lugares más fotografiados del mundo. Está situado a unos 350 kilómetros de Paris, una excelente escapada de un día si estás en Paris. Antiguamente, solo se podía entrar con mareas bajas, pero ahora gracias al dique que sirve de carretea, puede atravesarse en cualquier momento, salvo causas extremas...
Rodeando a la isla se encuentra una zona de fangos y arenas que a menudo se convierten en 
arenas movedizas, no es que te vayan a tragar, pero si caminas sobre ella verás que te hundes un poco...
La ciudadela es un conglomerado de casas medievales y callejuelas estrechas, llenas de puestos y locales para los millones de turistas que llegan año tras año. Estas calles tienen bastantes pendientes ya que por ellas llegamos a la Abadía situada en la parte superior, una abadía compuesta de varios edificios que combinan en gótico y el románico, de forma armoniosa, hay que decirlo...
El Monte Saint Michel es Patrimonio de la Humanidad desde 1979, eso sí, junto a la bahía y a el antiguo molino de Moidrey. Todo ello fue declarado Patrimonio conjuntamente.
